martes, 27 de mayo de 2014

"COMBATE ES BACÁN"


Querido lector, primero pido disculpas por titular este escrito de esa manera, pero es que lo hago con el fin de llamar la atención, lo cual es precisamente lo que hacen los programas basura que despiden putrefacción día a día en la Tv peruana. Supongo que todos los aspirantes a opinar o esbozar el pensamiento en un medio masivo tenemos algo de basura por culpa de ellos. Mas, ahora que voy pensando al escribir esto, me doy cuenta de que puedo darle un tinte irónico y a mi parecer llamativo a esa frase, la verdad espero que le guste, estimado lector.

Combate es bacán, sí, claro, por supuesto, ¡viva el equipo rojo!, ¡no, viva el equipo verde!; caramba, eso he oído en muchísimos lugares a los que he tenido la mala suerte de ir, y lo peor es que a veces esos lugares han sido aulas universitarias, bibliotecas, casas de amigos, colegios, escuelas, ¡nidos!, etc. Lo cierto es que cada vez más personas que bien pudieran ser adultos, jóvenes, o niños "pensantes", por así decirlo, se están volviendo "torpecitos", también por así decirlo; bueno, aunque la verdad lo que quiero decir en el primer caso es: inteligentes, intelectuales, valiosos y futuros distintos, y en el segundo sería: estúpidos, ignorantes, sin valía y más de lo mismo. 

Pero considerado lector (empieza el sarcasmo), combate es bacán yo no estoy aquí para decir lo contrario, míralo de esta manera: ¡es muy eficaz a la hora de idiotizar a la gente, por dios!, ¡es tan productivo ese programa, que unos cuantos torpes llegan a exponer su vida privada, a correr en algunos jueguitos y ganan más de lo que un maestro ganará en toda su vida!; hay que ser loco para negar que si es bacán, por favor, si es el programa más educativo que existe, por combate nuestros niños aprenden cada día el baile de moda, asimismo entienden que el autor de Yawar Fiesta es "Vargas Llosa o Koki Belaunde" y no el gran Arguedas, llegan a saber que a la esposa del Inca se le llamaba "cocha", y tantas genialidades como las de Zegarra diciendo que "los peces respiran por la boca" y que la fobia a las arañas es "arañofobia"; literalmente apreciado lector, me ha dado un dolor de cabeza horrible al enumerar tantas estupideces juntas, pero sigamos, combate es bacán a la hora de humillar en sus retos a la gente, cortándoles las ropas o tirándoles tortas en la cara o a su vez es bacán fabricando situaciones y amores-dilatándolos tan mal, por cierto- poniéndolos de titulares en los diarios. Ya,  para ponerle una cerecita seria a este párrafo y terminarlo antes de vomitar, combate es bacán a la seis de la tarde de lunes a viernes para los que están detrás de la pantalla ganando sueldos enormes, gracias a los que están frente a la pantalla, quizás padeciendo escasez, pero que se sientan como reyes a contemplar su propia idiotez reflejada en deleznables personajes.

Querido lector, ya repuesto de mi dolor de cabeza y de mi vómito causado por el fragmento anterior, me propongo terminar confesando algo, es muy difícil, tan grave y es algo que nunca me perdonaré (por favor lee esto con voz de drama), ahí va: sí, yo vi combate para escribir esto, lo vi y parece que adquirí involuntariamente momentos que ocuparán mi memoria por un buen tiempo, momentos iguales a los que todos los fans llevan en su cabeza pero de manera voluntaria -lloro- yo, ahora no podré olvidar todas esas barbaridades dichas por unos jóvenes con cuerpos esculturales y cabezas huecas en ese aparato llamado tv a las 6 de la tarde. No volveré a ser el mismo después de tantas bobadas.

(Lee seriamente) Tienes derecho a ver lo que quieras, pero cuando te digan en qué lugar estamos en educación, cuando veas ser remedos de futuro a los niños, cuando se elija a la peor basura como congresista o presidente, no te quejes y  no me digas que combate es bacán.

Varguitas.


domingo, 25 de mayo de 2014

EN OCTUBRE NO HAY MILAGROS (1965)


Oswaldo Reynoso, a través de esta novela, nos abre las puertas de una clase social olvidada: los marginales. Y a través de esta novela, también, hace un contraste entre estas gentes y la aristocracia limeña. Nos deja ingresar al mundo de los desheredados, a sus vicios y virtudes, sueños y rencores, triunfos y decepciones. Nos muestra una juventud que poco a poco se va corrompiendo por la influencia de ese sistema social implantado por unos cuantos.

Es con este escritor con quien empieza a cristalizarse en nuestras mentes la verdad de la vida de gentes tan iguales a nosotros. Gentes con sueños que quizás nunca se cumplan, así como don Lucho Colmenares nunca encuentra casa en donde vivir con su familia. La sociedad nos corrompe y, reflejo de esto es el “Zorro” y su collera; Tito, Bety. Y frente a este mal surge la impotencia de no poder hacer nada. Impotencia que se refleja en Manuel, quien, aunque trata de hacer y ser algo, no llega a cumplir sus objetivos.

Oswaldo Reynoso nos regala una novela con gran enfoque sociológico, y también socialista. Esta es una novela para recordar.

Noel

domingo, 18 de mayo de 2014

PEDRO PÁRAMO (1955) DE JUAN RULFO


Asistamos junto a Juan Preciado a la búsqueda de su padre: Pedro Páramo, un hombre de gran fortuna, forjada a costa de los demás; un ser enigmático cuya figura se ha mitificado por los relatos que circulan en torno a él. 

Viajemos junto a Juan Preciado a Comala, una ciudad de aspecto fantasmagórico, cuyo incesante calor hace creer que estuviera construida sobre las brasas del infierno.

Descubramos junto a Juan Preciado la desolación en que se encuentra Comala. Conozcamos a los pocos habitantes que allí viven, y démonos cuenta de que estos personajes, tan únicos como cautivadores, están tan muertos como uno mismo: Comala es un pueblo fantasma, habitado por fantasmas, dentro de los cuales se cuenta a Juan Preciado.

Escuchemos junto a Juan Preciado la historia del pueblo de Comala y la historia de Pedro Páramo. Cómo pasó de ser un joven más a ser un adalid, por demás tirano y traidor. Cómo, de las cientos de mujeres que tuvo entre sus brazos, a la única que nunca pudo tener fue a quien siempre amó. Cómo hizo gran fortuna, y como es que su descendencia

la despilfarra. Cómo es que fenece. Cómo es que acaba.

En una palabra: leamos.

Noel.

miércoles, 14 de mayo de 2014

EL HERALDO NEGRO


Podría decirse que fue a los veinticinco años que recibió aquella visita, aunque hoy eso resulte difícil de comprobar. Lo cierto es que desde niño se dio cuenta que su vocación era la actuación; todos los miércoles por la noche sus padres lo llevaban al teatro local, lugar en donde viendo a personas en disfraces y con la cara pintarrajeada y empolvada, era capaz de abstraerse de la realidad para someterse ora al dilema de un príncipe danés, ora al tórrido y trágico romance de dos jóvenes veroneses. Con precisión estaba cincelada en su memoria la primera pieza teatral que viese en su vida: La vida es sueño. Y precisamente era aquel monólogo del príncipe Segismundo (aquel que la gran mayoría de personas tan solo recuerda la parte final: …que la vida es sueño/y los sueños, sueños son.) el que estaba repasando, una enésima vez más, cuando aquel ave le dio tan nefasto mensaje.

Andaba dando vueltas por todo el estudio de la vieja casona en que vivía con su anciano padre, repitiendo constantemente los versos calderonianos que, a pesar de sabérselos de memoria, los iba leyendo y estudiando en un libreto, cuando aquel gallinazo ingresó por el amplio ventanal de la habitación para luego posarse sobre el escritorio de mármol a la vez que agitaba sus enormes alas. Lo más lógico que haría cualquier otra persona sería ahuyentarlo, sin embargo nuestro protagonista no hizo eso. Al contrario, se estuvo quieto, observando con minucia aquella ave tan exótica a sus ojos. ¿Desde cuándo no veía una de esas aves? No recordaba cuando fue la última vez, pero sí la primera. Sucedió uno de esos miércoles de teatro al terminar la función. Él y sus padres estaban regresando a casa a pie. La calle estaba desierta cuando un aleteo retumbó en la soledad de la noche. Era un ave, grande, negra, con la cabeza y cuello recubiertos por una capa de piel grisácea y arrugada. Parecía estar mirando hacia él, como tratando de comunicarle algún mensaje con la sola mirada. Mamá, ¿qué es eso?, preguntó el niño; un gallinazo, dijo la madre. Ahora, años después, esa primera imagen del ave lo invadió. Un presagio, se dijo. Su madre había muerto al día siguiente. El llanto por su madre, el dolor de su padre, todos los pésames estaban en su mente. Justo hoy, ¿por qué?, pensó.
¿Por qué? Mañana era su audición, esa ave no le malograría la oportunidad que tanto había ansiado. Volviendo a la realidad, ahuyentó al ave; esta agitó sus alas, y, así como llegó, se fue. Algunas de sus plumas habían caído sobre el escritorio. Hecho singular: las plumas, superpuestas, formaban las letras H-O-Y. Otro presagio, el último. Lo entendió, su sueño estaba frustrado. Lentamente soltó el libreto de sus manos dejándolo caer sobre la alfombra y atravesó la puerta del estudio. Al día siguiente su anciano padre vestía un traje negro mientras sus parientes le daban abrazos.

Noel

domingo, 11 de mayo de 2014

LIBRO DE LA SEMANA: SÓLO PARA FUMADORES. JULIO RAMÓN RIBEYRO 1929-1994


Ribeyro, uno de los mejores cuentistas peruanos, es en ésta ocasión el protagonista de nuestra sección semanal, viene con un gran libro hecho para quienes tienen el gusto del cigarrillo, mucho se podría decir sobre esta obra, pero hoy solo atino a dejar la recomendación del propio autor:



"Según Empédocles, los cuatro elementos primordiales de la naturaleza eran el aire, el agua, la tierra y el fuego. Todos ellos están vinculados al origen de la vida y a la supervivencia de nuestra especie. Con el aire estamos permanentemente en contacto, pues lo respiramos, lo expelemos, lo acondicionamos. Con el agua también, pues la bebemos, nos lavamos con ella, la gozamos en ejercicios natatorios o submarinos. Con la tierra igualmente, pues caminamos ella, la cultivamos, la modelamos con nuestras manos. Pero con el fuego no podemos tener relación directa. El fuego es el único de los cuatro elemento empedoclianos que nos arredra, pues su cercanía o su contacto nos hace daño. La sola manera de vincularnos con él es gracias a un mediador. Y este mediador es el cigarrillo. El cigarrillo nos permite comunicarnos con el fuego sin ser consumidos por él. El fuego está en un extremo del cigarrillo y nosotros en el opuesto. Y la prueba de que este contacto es estrecho reside en que el cigarrillo arde, pero es nuestra boca la que expele el humo. Gracias a este invento completamos nuestra necesidad ancestral de religarnos con los cuatro elementos originales de la vida. Esta relación, los pueblos primitivos la sacralizaron mediante cultos religiosos diversos, terráqueos o acuáticos y, en lo que respecta al fuego, mediante cultos solares. Se adoró al sol porque encarnaba al fuego y a sus atributos, la luz y el calor. Secularizados y descreídos, ya no podemos rendir homenaje al fuego, sino gracias al cigarrillo. El cigarrillo sería así un sucedáneo de la antigua divinidad solar y fumar una forma de perpetuar su culto. Una religión, en suma, por banal que parezca. De allí que renunciar al cigarrillo sea un acto grave y desgarrador, como una abjuración."


Julio Ramón Ribeyro-Solo para Fumadores.(fragmento)

viernes, 9 de mayo de 2014

ROSAS EN INVIERNO, DE UNA MUY JOVEN ESCRITORA




Hace 15 min aproximadamente, termine de leer “Rosas en invierno” de Sharon Bergerman, muchos de ustedes no tienen ni la menor idea de quién es, y lo sé porque yo tampoco la tenía, ¿por qué les cuento esto? Simple, tengo 19 años , casi 20, empecé a escribir –formalmente-hace 1 año más o menos y lo único que he sido , sigo siendo y probablemente seré siempre es una blogger, publicando de vez en cuando una que otra nota interesante y otras no tanto, pero por lo menos me hace feliz.

Sharon tiene 19 años, nació el 18 de abril de 1995, así que acaba de cumplirlos, solo es un año menor que yo y ya tiene un libro, “rosas en invierno” es una novela corta que escribió para sorpresa mía y ahora de ustedes a los 14 años , pero esto no es todo, lo más sorprendente aún es que es Peruana y nunca supe de su existencia;, si creen que eso es todo, se equivocan, reside en la ciudad de Chiclayo- dice el libro, pero se si aún-, en la misma ciudad que yo y jamás supe de ella, estudió en Tarapoto, Chiclayo y Lima.

Termine de leer su novela en un día y medio, es sencilla pero entretenida, creo que es ideal para adolescentes o chicos que están empezando con la lectura, seguramente se sentirán identificados con Clarissa, la protagonista; alrededor de ella se entreteje un montón de problemas, aumentando así su soledad y sus ganas de pasar al otro mundo tras la muerte de su hermana menor y la huida de la mayor, sumándolo a todo esto las peleas constantes con su padre, que es atrapado y engañado por Tatiana una abogada interesada en la riqueza de esté, pero Clari – como la llamaban de cariño- siempre está con  sus mejores amigos y su Ángel, con los contará hasta el final. 

No sabía absolutamente nada de Sharon así que decidí buscarla en google, no encontré mucho, solo lo que les he contado anteriormente, no sé si sigue escribiendo, no hay registro de otro libro suyo, supongo que en estos años ha mejorado mucho y tal vez este escribiendo algo nuevo, espero que en donde este siga haciendo lo que le gusta y pronto vuelva a saber de ella.


En nuestro país muchos jóvenes no leen y por consecuente no escriben, Sharon fue una muestra de que sí se puede hacer algo, los niños deben aprender y comprender que no hay nada más hermoso que la literatura, algunos nos dimos cuenta tarde pero gracias a Dios lo vimos, otros estarán cegados por siempre, no conocerán ese paraíso, esas aventuras inimaginables y esas historias entretejidas entre la realidad y lo quimérico.


Un saludo para Sharon en donde sea que esté. 


#ELIZA

miércoles, 7 de mayo de 2014

¡MARICÓN, MARICÓN!


¡Maricón, maricón!. Se oía en aquel callejón oscuro, lleno de aire malévolo, y que era ya, tal vez, el único testigo de la violencia más violenta, de los improperios más impropios y de los golpes más crueles. Tomás, no entendía y nunca entendió lo que justificaba que le destrozaran el hígado, la cara, las piernas, el corazón y hasta el alma a patadas, jamás pudo concebir en su mente que un grupo de cinco hombres, que se sentían más viriles en grupo que solos, hubieran tenido la labor de seguirlo durante cinco viernes al bar de Giorgio. 

Tomás, desde niño sentía una especie de disconformidad con el mundo. Veía jugar a sus amigos violentamente, como en las películas, o hacer de cracks de talla mundial en el fútbol, revolcarse muchas veces en grescas de verdad, o a su vez en grescas de televisión, siempre aludiendo ser el hombre macho que debían de ser. Tomás  llevaba latente esa animadversión hacia lo idóneo como hobby aceptable para un niño de su edad, así también en las penumbras de su alma ocultaba el querer ser una más de las princesas cuando sus compañeritas jugaban en el recreo, junto a su sed de tomar el té con delicadeza y fingiendo una adorable tertulia, con mesita rosa, tazas blancas y, por supuesto, té imaginario -finalmente conseguiría entonar en esa inocente costumbre todos los días a las 9 y 30 de la mañana- sintiéndose una más de las niñas. Sus compañeros varones no tardaron en darse cuenta de lo inusual, y fue entonces que inconscientemente decidieron darle un regalo: lo llamaron Tomy, lo que era para el niño delicado, un anhelo reprimido desde que escuchó esa manera de ser nombrado. No distinguía lo que estaba bien, o estaba mal, solamente existía, sin saber que el no saberlo en este mundo despiadado, lo llevaría años después, infelizmente, a la vuelta del bar de su gran amigo, a aquel callejón oscuro, que tal vez, ya sea el único testigo.

Crecía, y se notaban sus remilgos a la hora de hablar, andar, bailar, correr y amar. Estaba más confundido que nunca, sus compañeras del te ahora ya no jugaban y se dedicaban a hablar de chicos guapos y fiestas tan desenfrenadas como imposibles; pero ¿será cosa del destino?, Tomy, también quería formar parte de esas charlas y esas parrandas de desafuero e imaginación, el quería contarles que le gustaba Sandro, tanto, que le había escrito una carta, y tanto que le dedicaba cada punto cuando jugaba vóley. Se escondía a veces en el baño del colegio a llorar por no saber qué hacer con el, con su vida, con su amor, sufría por no ver en una mujer lo que veía en Sandro, y se cuestionaba siempre: ¿por qué?. Tomy, tenía diecisiete años, estaba a punto de terminar los cinco semestres obligatorios, había notado como todos estaban enterados de su secreto sin que el hubiera tenido el valor para aceptarlo -porque valor es lo que se quiere para hacerlo-. Sus compañeras le habían hecho el gran amigo guardián de tesoros irrevelables, como sus amores, borracheras o envidias; consejero y consuelo emocional, para esas situaciones de dolor adolescente; y su adorado Tomy, el mejor chico del mundo. Por otra parte, sus compañeros le fastidiaban cada vez que podían, y así como le regalaron el nombre, le regalaron tristeza cuando empezaron a golpearlo, al principio no tanto, pero luego si, y con frecuencia; además de encerrarlo en el baño y rasgarle el pantalón, tres veces a la semana, mientras le gritaban: ¡maricón, maricón!.

Nunca conversó con sus padres sobre ésto, su padre era policía y su madre profesora de religión. Estaba seguro de que ellos creían eso de antinatural y condenatorio al infierno en querer como el quería, por eso no hablaba mucho en su casa, solo lo hacía para mentirles cada vez que le rompían el uniforme o le pegaban hasta dejarlo morado. Llegó la fiesta de promoción, el fue, pero no bailó, pese a que sus amigas de tertulia de hace años a las 9 y 30 de la mañana, le invitaban a la danza febril de la parranda más inolvidable; se hallaba desolado al ver a Sandro con su novia desde el tiempo de vals hasta la hora loca; entró vestido de júbilo porque se había decidido a confesar su sincero amor, y salió harapiento y con el lastre de las ganas de morir. Tomy, pensaba mucho en eso, la muerte, y se decía: ¿quién me extrañaría?, ¿quién me lloraría?, por dios, ¡¿quien lo notaría?!, obteniendo respuestas una más dura que la otra.                           
Tomy, no podía ser feliz.

Febrero del 2004, Tomy logra alcanzar una vacante en la U.N.S.M, en la especialización de Administración de empresas, doña Julia y don David están orgullosos-con ellos si supo disimular-el férreo policía lo abraza duramente y le grita: ¡este es mi hijo carajo, no quiso ser policía pero ganará más plata!, y su madre le hace una cruz en la frente mientras repite: dios nos ha bendecido con un hijo sano e inteligente, solo nos faltan muchos nietos y una buena nuera, ¡gracias dios bendito!; pero Tomy, se siente mal, lejos de haber elegido bien y por su vocación, cree que se repetirá el colegio, cree que tarde o temprano sus padres morirán con su inármonica revelación: soy gay; y cree que no hallará ninguna forma de amor pues su amor no existe para nadie, es asqueroso y despreciable, es perverso; aún cuando el desea amar como todos los demás. Pero sus ojos de sal, dejaron de llorar por dentro, cuando se apareció por la veleidosidad del destino: Adán; fornido, guapo, caballero, inteligente y el galán del aula a la hora de conversar con las compañeras -que era lo inevitable dado el afán de las mujeres por elegir su mejor amigo en "una persona como Tomy", un gay-todas le adoraban sus maneras delicadas, su honestidad, todas se derretían por su mirada, por sus labios, por tenerlo cerca siquiera; Tomy, con la herida del primer amor trágico y no correspondido, no pudo evitar quererlo como sus incondicionales amigas. Adán era distinto, el a diferencia de los demás varones, no lo miraba como raro, se podría decir que no juzgaba torpemente su ser por lo exterior y por la construcción estúpida hecha para los gays; poco a poco nacía entre ellos una gran amistad, iban y venían juntos, conversaban de cine, literatura, arte, de la luna, del sol, del aire, de un perro, en fin, nunca faltaban las palabras, simplemente, siendo un paso más, parecía el inicio de una historia de amor heterosexual.

Eres especial- le dijo Adán-quiero que sepas que tu secreto no solo está a salvo conmigo, sino que es mío también, soy un vil homosexual como tu, y me encantas, quiero que seas mi enamorado.
Ese ocaso, mirándolos desde el horizonte del mar, sintió la ternura de un amor tan grande como los demás, simplemente no vio a dos varones sino a dos corazones amándose.

No lo puedo creer-respondió Tomy-Adán, ¿estás seguro?, sabes que algo así en nuestros días tendría que ser un secreto, yo te quise desde que te vi...no puedo más...te quiero...no me importa el mundo.

El beso que siguió, no solo fue el primero de los dos, sino que fue el inicio de un sueño, la fecha también quedaría registrada en sus mentes, 9 de mayo después de dos años de conocerse, un viernes.
En el 2009, Tomy y Adán, lograron graduarse obteniendo los primeros lugares en el rendimiento académico, mientras que el secreto de esa tarde, no había  soportado el cariño que se sentían y poco tiempo después, los dos estaban amándose delante de todos, sus compañeros, contrario a lo esperado, terminaron por aceptar su querer, el orbe triste sonreía y ellos eran felices. Hubo después de la ceremonia de clausura, una reunión en la calle San Martín 579, en el bar de un conocido gay argentino: Giorgio. El par no tardó en entablar una amistad sincera de esas que tienen las parejas "normales" con algún dueño de bar en cualquier parte del mundo; desde ese día con frecuencia iban a tomarse unas copas acompañadas por la hospitalidad del dueño y una buena charla, generalmente los viernes por la noche, pues el trabajo era pesado. Mas ahora, mientras es golpeado, Tomy se arrepiente de haber ido a esa reunión, de haber conocido a Giorgio, hubiese preferido seguir solo, más que continuar con ese dolor, no de su cuerpo, sino de su alma; sí, se arrepentía de mucho, ahora, que quizá ese callejón oscuro era el único testigo de su pena y de los gritos macabros de sus verdugos: ¡maricón, maricón!.

A los tres años y siete meses de la relación, Tomy hizo la confidencia más grande y más guardada de su vida; todo le iba bien, tenía trabajo, vivía con Adán, conoció muy buenas amistades y por fin se sentía conforme con su realidad; era el momento de sacarse la herida y herir de alguna manera a don David y doña Julia, un café fue el contexto fúnebre de tal situación, desde ese día no ha vuelto a hablar con sus padres, sus insultos sellaron la distancia, siempre se sintió mal por eso, lloró nuevamente pero con el pasar de los meses terminó por acostumbrarse a su desprecio. 

Una noche Tomy no soportó: Ser gay es lo peor - le dijo a Adán- no digas eso -respondió mientra lo abrazaba-somos felices o no?, 
-Sí, tienes razón, pero ni siquiera podemos tener hijos, y si adoptaríamos le pondríamos la carga de que sea como nosotros, una aberración ante el mundo, me duele, amor, pero es así.
-Si crees eso estás mal, ¿tu por qué eres gay teniendo padre policía y madre religiosa?, deberías de ser un varoncito formado hecho y derecho, esto te lo digo porque dos gays pueden criar sin que sea necesario afectar al niño en su preferencia, si tu papá y tu mamá siendo duros no pudieron formarte como varón es que naciste gay y punto, eso pasa a todos-sollosa-amor, yo quisiera adoptar un día; pero no pensemos en eso aún, vivamos, mi vida, te amo.

Los años pasaron, cada uno más bonito que el otro, hubieron viajes, reconciliaciones, peleas-como en toda pareja-, resumiendo todo, hubo muchísimo amor. Mas, este año es especial, por fin han decidido dar el gran paso, se casarán una semana después de su aniversario en España, porque es en España donde quieren vivir, lejos de la sociedad que les hizo añicos el corazón. Sí, en Europa será, ya está decidido. Tomy no puede ser más feliz, tiene tantas ganas de vivir, al igual que Adán, y ya se imaginan viejitos, queriéndose todavía; bromean con eso de que terminaran por poner un bar como el de su gran amigo, que ya está pasadito de moda. Los sueños tarde o temprano se hacen realidad, seguramente eso pensaron los dos amantes del pecado. 


Tomy ya se encuentra camino al bar de Giorgio, es un día muy especial, lleva rosas rojas, de pronto algo irrumpe en su pecho al tiempo que recuerda a ese grupo de hombres raros que ha llegado hace cuantos...¿cuatro o cinco viernes?, a tomarse una copas mientras lo observaban bruscamente, con cierto odio. Llega, la tertulia de siempre tiene un tinte de celebración, es el día más feliz en su vida. El evento termina a las cuatro y media de la mañana, los hombres raros estuvieron ahí, pero ya se fueron, Giorgio lo despide, inexplicablemente le desea muchos años más, Tomy agradece por todo y le hace un arrivederci. Camina junto a alguien cuando de pronto al voltear la esquina, ahí, con los ojos encendidos y los puños firmes y malvados, los hombres raros van a su encuentro, Tomy intenta correr, pero su compañero tropieza y el va a rescatarlo, recibe un golpe en el rostro que le hace caer al suelo mojado y negro, recibe de todo, patadas, puñetes, palabras y ese grito horrendo: ¡maricón, maricón!; pero nada de eso le duele, mas bien no se lo explica, ¿por qué?, ¿por qué hoy 9 de mayo de 2014, cuando cumple 8 años con su amor?, ¿por qué no se dio cuenta la primera vez que los vio?,  siente un hilo de sangre brotando de su boca, mientras mira horrorizado lo mismo que a está hora contempla el funesto partícipe de concreto como exclusivo refrendatario, pues Adán ya no se mueve, los golpes le han cegado los gestos, luce yerto sin luz, sin duda no respira.


Pasaron cinco minutos más de solitaria tortura. 

A esta hora, aquel callejón oscuro, lleno de aire malévolo, es ya, el único testigo del crimen, Tomy y Adán, ya no existen.    

El Bohemio

domingo, 4 de mayo de 2014

LA COLMENA (1951) DE CAMILO JOSÉ CELA (1916-2002)


La guerra civil española fue uno de los más duros golpes que ha sufrido España. Las secuelas de esta guerra se ven reflejadas en cada página de esta joya literaria. Los personajes viven el día a día de una vida hecha rutina, donde cada día los problemas aumentan sin encontrarse solución alguna. Cada personaje representa un aspecto de la España de la posguerra y, en su conjunto, todos los personajes son una sola España.

La madre patria está desolada y no existe un héroe que la salve. O al menos no existe un héroe en el sentido tradicional de la palabra. Dentro del universo que se recrea en La colmena, ser héroe significa ser capaz de sobrevivir a ese día a día, sea de la forma en que sea. De esta forma, cada personaje se perfila con un héroe por sí solo.
Aquí, en La colmena, el protagonista no es un ser individual; el protagonista es la sociedad, reflejada –ya lo dije– en todos y cada uno de sus personajes. Esta es una novela sin final –o al menos, con uno irónico–, pues la vida, aunque no lo parezca, continuará, con o sin nosotros.
En síntesis, La colmena es una novela para reflexionar.

Noel.

viernes, 2 de mayo de 2014

LA MINIGUERRA CON ESPAÑA Y EL COMBATE DEL DOS DE MAYO (8 datos que debes recordar el 2 de mayo si eres peruano)


La independencia.-El origen de este absurdo conflicto se encuentra en la guerra de nuestra independencia, que se desarrolló entre 1820 y 1824 y que culminó con la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824 y la posterior Capitulación de Ayacucho. En dicho documento, el Perú reconocía ciertas deudas a España, que posteriormente, en 1864, pretendió hacer efectiva, bajo presión de los tenedores de bonos españoles y peruanos residentes en la península ibérica.

El Incidente De Talambo.- El 4 de agosto de 1863, un grupo de 40 peruanos armados y pasados de copas atacaran con armas en mano a una colonia de trabajadores vascos en la hacienda de Talambo, en la costa norte. Hubo un trabajador español muerto y cuatro heridos. Se sabe que este incidente comenzó por los reclamos de los grupos vascongados frente a la condición de explotación en la que se encontraban. Hay que recordar que este grupo llegó al Perú gracias a la promoción de inmigración de europeos que el estado impulsaba. Al Perú llegaron en primer lugar chinos y mucha menor proporción europeos a trabajar en las haciendas. Sin embargo las condiciones de explotación (prácticamente los trataban como a los antiguos esclavos negros) llevaron a muchos de estos grupos a abandonar las haciendas para instalarse en las ciudades o regresarse a su país.

La Expedición Científica.- Hacia 1862, Isabel II, reina de España, aprobó el envío de una Expedición Científica a los mares de América Latina. La expedición se puso bajo las órdenes del almirante Luis Hernández Pinzón, descendiente directo de los hermanos Pinzón. A las embarcaciones “científicas” acompañaban tres buques de guerra: las fragatas a vapor gemelas Triunfo y Resolución y la goleta Virgen de Covadonga. Además de la investigación científica, uno de los propósitos del viaje era apoyar las demandas de ciudadanos españoles que vivían en el Nuevo Mundo. 

Eusebio De Salazar Y Mazarredo.- La funesta actuación de Eusebio Salazar y Mazarredo, enviado del gobierno español ante el Perú que viola las instrucciones recibidas en el sentido de negociar pacíficamente las diferencias. Este pintoresco personaje, dotado de mucha labia, logra convencer al almirante Pinzón para que tomase por la fuerza las Islas Chincha, ricas en guano y por lo tanto importante fuente de ingresos para el Perú. Pinzón, hombre enérgico y poco inclinado a las sutilezas diplomáticas, accede a los deseos de Salazar y Mazarredo, ocupando las islas el 14 de abril de 1864. A partir de ese momento la suerte está echada. Las fuerzas antiespañolas en el Perú, con el apoyo de agentes provocadores chilenos, hostigan al gobierno peruano, induciendo una insurrección en Arequipa que eventualmente asumirá el poder declarando la guerra a España. Salazar y Mazarredo abrigaba el descabellado plan de comprar Gibraltar con el dinero obtenido por la venta del guano de las Islas Chincha. Está por estudiar esta pintoresca figura cuya conducta, irresponsable e inmoral, contribuyó poderosamente a la «mini-guerra» entre España y el Perú.

El Tratado Vivanco-Pareja.- Pinzón ocupó las islas Chincha como protesta y luego se retiró a España; en su lugar, vino Manuel Pareja que continuó con las negociaciones. La opinión pública se encontraba indignada ante la pasividad del gobierno peruano que por el temor a un enfrentamiento (el Perú se encontraba en desventaja frente a la escuadra española) prefirió firmar un convenio. El gobierno de José Antonio Pezet firmó el tratado Vivanco-Pareja que, en pocas palabras, resultaba humillante para el país:

1. El Perú debía pagar una cantidad superior a los 2 mil pesos por los gastos ocasionados a la escuadra
2. Aceptar la investigación del comisario regio (funcionario de la corona que tenía injerencia en las colonias) 
3. Lo más oneroso: cancelar la deuda que el Perú tenía pendiente con España.
4. La aceptación del saludo con artillería a la bandera española una vez desocupadas las islas guaneras

José Gálvez Y Los Mártires De La Torre De La Merced.- Al parecer, en la torre de "La Merced" imperaba el desorden y la impericia de ciudadanos poco conocedores del arte de la guerra. A las 12:55 pm. una explosión en la torre mató a 27 personas, entre ellas, al Secretario de Guerra, José Gálvez; al ingeniero colombiano Cornelio Borda, jefe de la torre; al coronel graduado Enrique Montes, al capitán de artillería chileno Juan Salcedo; al coronel Toribio Zavala, hermano del ministro de Marina de España. Nunca se supo el origen de la explosión. Se dijo que fue una bomba del enemigo, una bomba de la batería Zepita o una bomba de la misma torre que explotó accidentalmente. 
Simbólico carácter tuvieron las muertes del estudiante de medicina Abel Galíndez (murió en la torre de La merced y una calle de Bellavista lleva su nombre) y del alumno del Colegio Naval Militar, Abel Jesús Ordóñez. Este último escapó del colegio por los techos con 14 compañeros para combatir.
La muerte de José Gálvez fue muy lamentada y dio lugar a manifestaciones de sincero dolor. Un día después del combate, las autoridades del gobierno ordenaron el reconocimiento del cadáver que se encontraba en la iglesia de Bellavista. El informe que presentaron los médicos es de enorme valor documental. Expresaba que Gálvez murió sin duda alguna por efectos de la combustión causada por el incendio


de una cantidad de pólvora; se señalaba: las manos crispadas del cadáver están puestas hacia adelante, como en actitud de defenderse de un ataque. Nada quedó al azar para los efectos del reconocimiento. Estuvieron presentes amigos y familiares; todos coincidieron en que correspondían al ilustre personaje. Se adoptaron todas estas precauciones a fin de evitar equívocos, teniendo en cuenta que las facciones del occiso estaban medianamente carbonizadas.


El Niño Héroe.- Relata Basadre: En pleno combate, una bomba enemiga iba a estallar y a hacer muchas muertes y el niño de 7 años Enrique Delhorme se lanzó sobre ella y arrancó la espoleta encendida mientras gritaba “¡Viva el Perú!. Por tal hecho tuvo una pensión del Estado y educación gratuita en el Colegio Militar. Su arma era la de artillería. Con el grado de capitán, acababa de ser promovido a la clase intermedia cuando se batió en la batalla de San Juan contra el invasor chileno el 13 de enero de 1881 y allí murió como un valiente. Era limeño y contaba 22 años.

La Paz Definitiva.- Perú y España regresarían a la vía diplomática en 1871 cuando ambos países, por mediación de Estados Unidos, se dieron una tregua. En 1879, se cerrarían los incidentes con la definitiva firma del tratado de paz en París entre los representantes de ambos países, Mariano Goyeneche, por Perú, y el Marques de Molins, Roque de Togores, por España.

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