lunes, 16 de junio de 2014

ÉL NO ME MIRA.

Mis ojos se nublan, no puedes llorar, la nostalgia no sirve en este momento, me pregunto por qué me tuve que enamorar, por qué no puedo sacar de mi cabeza cada beso, cada caricia, su cuerpo sobre el mío, sus manos firmes, su boca, su piel, sus ojos café, sus años.

Cada beso es un puñal, cada caricia un latido menos y mi pobre corazón que lo único que quería era que lo quisiera, y ¡maldita sea! no quiere nada de mí, tonta mil veces tonta olvídate de él, no puede ser que seas tan estúpida; me repito mil veces. Mientras él sufre por ella tu sufres por él, no estás en su día a día, no piensa en ti cuando se acuesta, no piensa en ti en ningún momento, no recuerda con nostalgia la noche en que desbordante de locura, estuviste en su cama , no recuerda que fuiste de él, no recuerda los besos que te dio, no se fija en tu sonrisa ni en tus ojos , ni en nada que tenga que ver contigo, simplemente no existes para él, lo sabes pero aun así no desistes, aun tienes la tonta esperanza de recibir una señal, un mensaje furtivo, un hola disfrazado de “me he dado cuenta que te necesito”, sabes muy bien que no pasará, ni en ésta ni en otra vida.


Eres una masoquista, disfrutas con sus besos envenenados, falsos y sin amor, tan crueles, y mientras lo besas sabes que nunca será lo que quisieras, nunca te dedicará una canción, jamás escribirá una historia tuya, jamás te pensara como tú lo piensas, no te escribirá un mensaje por la noche por que está pensando en ti, no tendrá una foto tuya en su billetera, no te dirá un te quiero y jamás te mirara como tú lo miras a él, tonto corazón por que no dejas de joder y te dedicas exclusivamente a bombear sangre.


Aun así no puedo desearle ningún mal, me conformo con escribir y pensar que esta triste hoja en blanco será siempre mi confidente. Tengo miedo de escribir, porque he descubierto lo peligroso que puede ser un papel y un lapicero, he descubierto que mi corazón se plasma en esa pequeña y maravillosa creación del hombre, en una hoja un verso puede librarte de unas palabras que no puedes decir, pero también puede llevarte a la confesión más cruel y a la decepción las horrenda.


He descubierto en esta labor a mi confidente, las ideas fluyen, las palabras se cruzan directamente de mi mente a mis manos, en mi cabeza cruzan los recuerdos muy fugaces y mi corazón se acelera de recordar cada momento vivido, cada segundo de cruel existencia sin su amor, sin su cordura, sin mi locura.



#ELIZA 

domingo, 15 de junio de 2014

EL SEXTO, JOSÉ MARÍA ARGUEDAS



"Comencé a redactar esta novela en 1957; decidí escribirla en 1939"
José M. Arguedas.

Así es como el gran escritor decidió empezar su libro, narrándonos en aquella frase su historia aunque no parezca. 1937, un joven José María es detenido y encarcelado en la prisión de "El Sexto", ¿el motivo?, sus protestas antifascistas al lado de otros estudiantes en la Universidad de San Marcos; es así como nacería una de sus obras más resaltantes: de la privación de la libertad y de una época por demás dura y difícil. 

Era el tiempo de "El General", título que alude al mandatario de ese entonces, Oscar R. Benavides, se hallaba la represión de pensamiento en el aire, apristas y comunistas eran perseguidos y enviados al tercer piso de El Sexto, para estar encima de los "vagos" en el primer piso, y sobre los asesinos en el segundo. Gabriel, político universitario, es llevado a ese infierno pestilente lleno de personajes funestos como "Puñalada" y "Maraví" o desdichados como "El Pianista" y "El Japonés"; cae felizmente en compañía de "Camác", un minero comunista procedente de la sierra, con quien entablaría una gran amistad. Dentro de su celda Gabriel empieza entender que en la cárcel no hay represión de pensamiento como afuera-Arguedas llegó a escribir:"Camác había perdido ya esa costumbre. Tenía ya 23 meses de secuestro en el penal; había recuperado allí el hábito de la libertad"- sino que adentro de alguna manera los hombres eran libres de decir las cosas que El General jamás hubiese permitido en la ciudad.

José María Arguedas, se establece dentro de su obra, es un personaje más, es pues, Gabriel. Logró cumplir con entregar a la posteridad una gran historia, y no solo eso, logró colocarse en medio de una lucha ideológica, tan feroz afuera como dentro de El Sexto, Arguedas supo examinar el pensamiento aprista y el comunista de manera neutral aún cuando tenía fuertes filiaciones con el segundo, he ahí un gran mérito. En el libro se observa su admiración por el mundo andino, constante en sus cuentos y demás escritos, asimismo se puede palpar la realidad de ese momento histórico, motivos más que valiosos para leer cada una de sus páginas con deleite.

El Sexto es un libro en el que podemos encontrar la libertad dentro de una cárcel, los ideales más nobles y el Perú que nos falta conocer.

A leer.

Bohemio.

sábado, 14 de junio de 2014

CONFESIÓN.

Es inevitable no buscarte cuando me he acostumbrado tanto a ti, a tu sonrisa a tu mirada, te busco por todas partes pero no logro encontrar. Todo era tan diferente antes de aquella confesión, después de eso todo empeoró. Al parecer la costumbre de verte siempre, hizo que naciera un sentimiento en mí, quizá me estaba ENAMORANDO? no lo sé, solo puedo decir que ahora lo que siento es necesidad de verte, de escucharte y de volver a tener esas conversaciones largas en donde no terminábamos de reír. Sabes? me haces mucha falta. Recuerdo ese día en que te arriesgaste a decirme lo que sentías, pero esto no duró mucho, no sé si llamarte cobarde, solo sé que me da rabia saber que no te arriesgaste, que solo dejaste una frase que no la puedo sacar de mi cabeza "ME ENAMORE DE TI, PERO SÉ QUE TE HARÍA DAÑO", dejaste mis sentimientos en el aire y fue ahí donde todo se acabó, donde todo se arruinó pues decidiste alejarte. No sé quien se está haciendo mas daño si yo porque extrañarte tanto o tú por querer escapar de tu propio sentimiento. Ayer te volví a ver, solo atinaste a mirarme desde lejos. No sé que pasará con nosotros, si algún día tanto tú como yo dejaremos el miedo de lado y algún día nos arriesgamos a este sentimiento o simplemente ésto solo quede en una confesión.


viernes, 13 de junio de 2014

ÉL DESNUDÓ MI ALMA.



Esas incontrolables ganas de buscar el momento para que mis labios fueran suyos otra vez, creo que lo que quiero, lo que de verdad quiero es ser de él. Hoy él mismo me trajo a la realidad; todos y yo habíamos pensado que era una chica difícil de enamorar pero ¡oh sorpresa!  él me descubrió, vio la desnudez de mi alma y tal vez se alarmó, la coraza que existía había sido tan fácil de vencer con sus casuales actos, así de fácil como enamorarme con unos cuantos besos, unas interminables charlas y nos fortuitos abrazos que hicieron vibrar cada espacio que por mucho ha estado dentro de mi. Tonto corazón otra vez se enamoró y ahora depende de él conquistar a quien quiere que sea su amor, jugar al Romeo y enamorar otro corazón, pensé que no lo haría por la inexperiencia en ese ámbito, nunca se preocupó en hacerlo para que sea correspondido, fue un egocéntrico que le importaba sentirse amado sólo él. Dejaré esta historia sin concluir; no creo en los finales felices, es más no creo en los finales. La respuesta que buscaba la encontré en mi; y he aprendido de la vida que se es feliz cuando hacemos lo que queremos, yo siempre hice lo que quería para llenar mi orgullo, pero enamorarlo no será llenar mi orgullo será quererlo porque me nace hacerlo.


CarDi.

miércoles, 11 de junio de 2014

AUSENTES DE BRASIL


Comienzan las apuestas en estas fechas futbolistas.  

En Inglaterra nació el fútbol, pero dicen que en Brasil se creó el fútbol bonito y toda la fiesta alrededor de esta pasión. El 12 de junio en Sao paulo el “Scratch” y Croacia jugaran el partido inaugural de la copa del mundo. Los brasileños habrán superado su presupuesto inicial y su costo final será  de muchos millones de dólares; pero al final uno de los encuentros más llamativos en toda la historia del deporte, se realizara; pese a los serios cuestionamientos a la actual gestión del gobierno, por parte de muchos brasileños. El balón “Brazuca” que correrá en los 12 estadios recientemente construidos y reparados, fue el resultado de una encuesta en online , y en cada partido que se juegue con el activará emociones: alegrías, tristezas, lágrimas, triunfos y sonrisas, likes en Facebook. Podemos ver como la incursión se ha incrementado en el tiempo de la internet; las redes sociales, el móvil, permitieron al mundo estar conectado con la pasión por el fútbol, en los tres últimos acontecimientos deportivos mundiales, como el mundial Alemania 2006, mundial Sudáfrica 2010 y los juegos olímpicos de Londres 2012; pero lo que no cabe duda es que Brasil 2014 será el mundial más digital de toda la historia, eso es seguro.


Pero para los amantes del fútbol en nuestro querido y sufrido Perú es muy difícil asimilar la ansiedad de esperar el Mundial de Rusia 2018, o porque no decirlo, siendo pesimistas, el Mundial Qatar 2022; pues lamentablemente no hay un trabajo a largo plazo en que nos podamos esperanzar. Es imposible ver sin angustia los viejos videos subidos en you tube. Como el de un martes 22 de junio de 1982, donde bastaba un empate a cero para clasificar a la siguiente fase del Mundial de España 82. Era nuestro cuarto mundial, el primero en Europa; hasta ahora fue el último. Ya habíamos jugado dos partidos: uno ante los leones indomables, Camerún;  otro ante los azurri, Italia; y en ambos empatamos. Ahora el turno era Polonia. Y como hasta ahora suele ocurrir, el periodismo estaba entusiasmado y los hinchas aún más; en la calle parecía haberse detenido el tiempo. Nadie sabía que estaba a punto de empezar la sequía de los 32 largos años sin estar en la fiesta futbolera; fue el último partido en que la camiseta blanquirroja estuvo en un mundial.  Polonia nos ganó 5 a 1. Del tema nadie hablo al día siguiente, no había quÉ recordar simplemente, eso seguro que sucedió. El reconocido periodista uruguayo Don Emilio Lafferranderie, el ‘Veco’, logró sintetizar la campaña de aquel equipo de España ’82. “Mal ante Camerún, después un auspicioso segundo tiempo ante Italia y absolutamente más nada”.


Pero si hoy en día nos consideramos una selección pequeña en Sudamérica; podríamos decir que somos un país pequeño dentro fútbol; y que por lo tanto lo que logremos a nivel de selecciones está en función de una especie de generación dorada. Un ejemplo es Bulgaria en 1994, cuando derroto a Alemania y alcanzo la semifinales del torneo. Otro caso es el de Rumania en el mismo mundial o Portugal que con cristiano Ronaldo es el típico equipo pequeño que puede jugar mejor que un grande.

En algunas ocasiones es puramente suerte, entendida como contar con la generación dorada; espero que esto no haya sido el caso de Perú. En otras es consecuencia de un trabajo continuado; que quizá en nuestro país se dejó de trabajar desde hace mucho tiempo. Si miramos las selecciones de Europa;  se descubrirá a Alemania como un buen equipo en la actualidad, candidato para ganar el mundial ES consecuencia de muchos años de trabajo e inversión en divisiones menores. Pero también esta Holanda, un país territorialmente pequeño, que produce buenos jugadores. MAS también hay contrastes, Escocia clasificaba con recurrencia a torneos internacionales en el pasado, hoy no sucede más. "¿Dejaron de desarrollar buenos jugadores?", "¿solo fue una generación dorada?."

La federación peruana de fútbol debe saber cómo trabajan las demás selecciones del mundo. Hablar de grandes expectativas de trabajo; por ejemplo es hablar de Rusia, que aparte de contar con muchísima población, viene desarrollando un trabajo interesante, puede convertirse en otra gran potencia. Nigeria, el más poblado de África, con mucho talento futbolístico (lo demuestra en los campeonatos juveniles), va en camino de ser una gran selección. China, Japón dentro del continente asiático, están invitados a ser top con el balón en los pies, pero quizá falte aún mucho tiempo.

Las condiciones que se deben aplicar en nuestro país en materia futbolística son claras: estabilidad económica e inversión sostenida en desarrollar talento, desde la categoría de menores; teniendo en cuenta nuestra nutrida población que poseemos; para poder enrumbarnos a participar en los próximos torneos internacionales. 

Muchos podrán decir que la calidad de la champions league es mayor que la del mundial. No sé si eso será cierto. Pienso que en el mundial, ver competir a las selecciones será siempre muy romántico y realista. Que lo irónico está en el descontento de un sector de la población por la inversión económica del torneo. Creo que esto es otro tema, la sensación es que Brasil 2014 va a empezar, y seguro la política, economía y otras cosas más estarán dentro de la cancha más que nunca. Esperemos el romanticismo del ole en las tribunas empiece, aunque sea sin nuestra selección.

Shary.

domingo, 8 de junio de 2014

LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA (CUENTO)

POE Y LA INEXORABILIDAD DE LA MUERTE


Dentro del universo de Poe, uno de los tópicos, es la muerte. No siempre en el mismo sentido o con el mismo valor. Pero de alguna manera, siempre está ahí, siempre presente. Y que mejor muestra, que esta gran joya dentro de su producción: La máscara de la Muerte Roja. Aparecido por primera vez en 1842, en este cuento, todo un grupo humano trata de escapar de la tragedia de la muerte, encarnada en una plaga que acaba con la vida de quien contraiga la enfermedad en cuestión de media hora. Es así que, tan igual como Edipo o los diez jóvenes del Decamerón, estás personas, al mando del Príncipe Próspero (especie de caricatura de su homónimo shakesperiano en La Tempestad), deciden escapar y refugiarse en una abadía amurallada. Aparentemente todo es tranquilo, y se podría decir que se encuentran a salvo de tan horrenda epidemia. Pero Poe siempre nos sorprende. En una gran baile de máscara, cuando nadie se lo esperaba, ocurre lo peor para estas personas. La Muerte Roja ha conseguido perpetrar en la abadía y, el resto, ya pueden ir imaginándoselo.

La vida parece haber sentenciado a todos, incluso al gran reloj de ébano ubicado en la última de las habitaciones. Nuestro destino está marcado, no podemos huir de él. Y el intentarlo solo lo vuelve peor. Este cuento es una prueba (otra es, por ejemplo, El caso de M. Valdemar, también de Poe; o Edipo Rey de Sófocles). Nuestro destino más inmediato, el más seguro, es el de la muerte; algún día, todos iremos a ella. Cada año que pasa, no es un año más de vida, es un paso más cerca de la muerte.
Poe nos regala este cuento, y con él, un gran mensaje.

Noel.

lunes, 2 de junio de 2014

UN RAYITO DE LUZ. #SilviaQuerida

Si la luna aparece temprano, es muestra de que la vida quiere regalarte luz por mucho más tiempo. El sol se oculta, sin embargo está presente porque es quien te abriga sin que lo veas por las noches. El sol calienta a veces más de la cuenta, y nos acostumbramos tanto al calor de algo o alguien, que cuando llega el frío nos sentimos tan solos y vacíos.

Si la vida fuese fácil posiblemente no sería vida; si supiéramos lo que pasará en el futuro, muchos de nosotros nos suicidaríamos por evitar tanto dolor del futuro, o apresuraríamos las cosas y evitaríamos otras por alargar la felicidad del presente, e inventaríamos lo que fuese por borrar el dolor del pasado. No siempre las cosas resultan como uno lo predice, ni los resultados son benéficos para uno mismo, a veces tiene que sufrirse incluso el doble por una gota de experiencia, sin embargo, que las ganas de vivir, disfrutar, sonreír, jamás te quite la ilusión de triunfar.
Lo que tengo yo, no me lo quita nadie, mi sonrisa, inteligencia, valores, cualidades y felicidad. Posiblemente no pueda tener lo que otros no tienen, pero tampoco me valgo de la felicidad de los demás por obtener la mía; yo realmente sí sé lo que tengo.
Aprendí a quererme tal cual me observan, y lo más hermoso de éste aprendizaje es que descubrí que siempre habrá alguien más que me quiere por lo que soy, libre, alegre, risueña, enojona pero sentimental a la vez, sincera y siempre, siempre tendré una sonrisa para los demás.
Si la vida fuese fácil, simplemente no sería vida…

#SilviaQuerida

domingo, 1 de junio de 2014

LA MANO QUE SE ESCABULLE BAJO MI BATA (capítulo II)


Cuando abrí los ojos, caí en cuenta de que estaba en un hospital: me encontraba echado sobre una camilla, con una bata puesta y un delgado tubo conectado al dorso de mi mano derecha. La habitación era de paredes blancas y tenía un ligero olor a agua florida. ¿Cómo llegué hasta aquí? No recordaba muy bien qué había sucedido; a mi mente llegaba de forma vaga la imagen de un auto, luego recuerdo haber escuchado un bocinazo y… ella. Ahora lo recuerdo todo. Todo fue por ella y sus –tan benditas como malditas– insinuaciones.
Había pasado más de una semana desde el día que la conocí y, durante estos últimos días, me había dedicado a evadirla. Sé que estarán pensando que soy un tonto por no aprovechar la oportunidad de hablar con ella y tratar de que me haga el milagrito, pero sucede que cada vez que estaba cerca de ella entraba en nervios, las manos me sudaban y Lázaro resucitaba. ¡Ella era una bomba! Además era muy puntual. Siempre llegaba primera al salón.

Durante aquellos días pude percatarme de varias cosas. ¿Recuerdan al chico del baño? Este chico y ella eran casi inseparables. Siempre se sentaban uno al lado del otro, lo que me llevó a formularme la siguiente pregunta: ¿por qué ella hizo que me sentase a su lado aquel otro día? ¿Capricho quizás? Sea como fuese, estaba dispuesto a preguntárselo tan pronto como controlara mis nervios. Si he de ser sincero, debo decir que en mi mente tenía la esperanza de que al hacerle esa pregunta, me contestara algo así como “lo hice porque me gustaste desde que te vi.” Lo sé, ¡qué cursi y qué estúpido fui! Pero soñar no cuesta nada. Sean sinceros, ¿creen posible que una mujer como ella se fije en alguien como yo: un flacuchento que jamás había pisado un gimnasio y que el único deporte que había practicado en su mediocre vida era –si es que se puede considerar deporte– el onanismo? La respuesta salta a la vista: es obvio que no. Sin embargo hubiera sido tan agradable que así fuese.

Para mí, era casi seguro que ella y ese chico eran enamorados. Y para todo el salón –me incluyo– la santa verdad era que ellos se gastaban unos polvos estilo contorsionista. No los reprochaba; de estar con alguien como ella, era seguro que yo no hubiera querido otra cosa que estar encamado con ella tratando de escribir con nuestro sudor, gemidos y orgasmos, un nuevo Kama Sutra. Para mi mal, yo no estaba con ella y era muy posible que nunca lo esté. No podía competir contra él: era más alto que yo, tenía ojos claros y, a decir verdad, si yo hubiera nacido mujer, estoy segurísimo de que, indudablemente, me hubiera enamorado de él. Debía aceptarlo, solo podría estar con ella en mis fantasías. ¡Y vaya que la fantaseaba mucho! Fueron estas fantasías las que me llevaban irremediablemente a pecar en solitario. Confesaré que pensando en ella disfrutaba más: era como regresar a mis diez u once años (a estas alturas de mi vida la memoria empieza a fallarme) y descubrir por primera vez el autoerotismo. ¡Hasta había llegado a superar mi record de pajas per diem!
Algo más que pude notar era que ni ella ni él se preocupaban por hacerse amigos de los demás. Hablaban entre ellos como si fuesen los únicos en el aula. Esto no hizo más que aumentar mi curiosidad por saber los motivos que la llevaron a realizarme tan inusual interrogante (estoy seguro que la recuerdan): ¿qué tal tu polvo en solitario? Por demás está decirles que su pregunta me agarró de sorpresa. Me hubiera gustado tanto responderle en el acto, sin embargo mi mente se encontraba en shock. ¿Cómo hubiesen reaccionado ustedes si una mujer con quién apenas has cruzado una mirada les pregunta de sopetón que tanto les gustó el manuelazo que hace poco se han metido? ¿Cómo?
Lo que logré comprender por aquellos años es que la vida es un cúmulo de oportunidades. Y, la oportunidad de contestar a tal pregunta, se me dio poco más de una semana después. Aquel día ella estaba sola, su enamorado no había asistido a la academia. Todo sucedió al término de las clases. Yo me disponía a regresar a mi casa, iba a cruzar la pista hacia la vereda opuesta a la academia, cuando ella se colocó junto a mí y me dijo:
–Ya pasó una semana y aún no respondes a mi pregunta.
Su voz era seductora en demasía. Sentí que mi cuerpo se erizaba. ¡Esta era mi oportunidad! Por un momento pensé que no me saldría la voz; pero al cabo de un breve silencio, dije:
–No estuvo tan bueno como te lo imaginas; créeme, he tenido mejores.
Me sentí victorioso, había ganado por knock out.
– ¡Qué lástima! Tú te lo pierdes.
Perdí. ¿Yo me lo pierdo? ¿Qué me perdía? ¡Quería saber qué me perdía! En ese momento me di cuenta que había sido un estúpido al contestale eso. ¡Cojudo de mierda! Quise preguntárselo, pero cuando volteé la mirada hacia ella, ella ya estaba cruzando la pista. Tenía que seguirla, así que la seguí sin darme cuenta de que la luz del semáforo estaba a punto de cambiar a rojo. Imagínense el resto. Así llegamos a donde comencé: yo, echado sobre una camilla, al interior de un cuarto de hospital.

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Entró una enfermera a la habitación. Dijo que me iba a desconectar el tubo de mi mano. Sentí un pequeño dolor cuando lo hizo. Luego de eso se fue, dejándome solo nuevamente. Así, solo, estuve por un momento, aburrido. Tan aburrido estuve, que el sueño me dominó. Lo siguiente que sucedió, aun hoy no he logrado saber si fue real o fue un sueño. Cuando se lo preguntaba a ella, una vez hube ganado su confianza e intimidad, siempre me respondía lo mismo:
–Yo jamás hice tal cosa. Debiste haberlo soñado.
Sin embargo, algo en su forma de contestarme me dejaba intrigado, con la duda de poder creerle o no. En todo caso, aquel sueño fue especial. Ella entraba a la habitación mientras yo me encontraba medio dormido. Cuando escuché el sonido de la puerta, desperté. Ella me habló, dijo que la disculpara, que fue su culpa que me hayan atropellado.
Releyendo esta última línea, me convenzo más de aquello fue un sueño. Durante el tiempo que compartí con ella, jamás la oí pedir disculpas a nadie, salvo el día en que nos despedimos definitivamente. Tal vez aquella parte fue soñada, sin embargo, la siguiente se sintió muy real.
–Te haré un favor –dijo ella. Lentamente posó su mano sobre mi pierna, la fue metiendo bajo la bata. La sentí buscándolo, encontrándolo, aprisionándolo. Lo único que puedo decir es que fue… espectacular. No daré detalles, lo dejo a su imaginación.

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Cuando desperté, mi madre estaba en la habitación. Tenía cara de molesta. Dijo que el doctor me había dado de alta y que mi padre quería hablar seriamente conmigo. ¿Hablar?, ¿de qué?

Noel

TRAVESURAS DE LA NIÑA MALA MARIO VARGAS LLOSA (2006)


Definitivamente, enamorarse es una de las peores cosas que le pueden pasar a una persona. Pero, ¿hasta qué punto puede llegar ese amor? ¿Seremos capaces de amar tanto a alguien, hasta llegar al extremo de perdonar todo? Si el amor es verdadero, sí.


Vargas Llosa nos demuestra esto gracias a esta singular novela, en donde el amor toma nuevos conceptos, tan variantes y disímiles como los cambios de personalidad de la niña mala, fuente de desdichas placenteras (a veces más desdicha que placer) de Ricardo Somocurcio, o como a la niña mala le gustaba llamarle: 
Ricardito, Richi, o el inolvidable Pichiruchi.

En esta novela, el tópico es el cambio: cambia la niña mala de nombre, cambia de pareja, los sentimientos de Ricardo varían y evolucionan, los escenarios de esta historia cambian, y todos estos cambios se dan en un marco social incluso más cambiante que la propia niña mala.

Esta es la historia de un amor que dura cuarenta años. Cuarenta años en los cuales, el Pichiruchi nunca dejo de querer a la niña mala, por más que intentó olvidarla. En esta novela, el amor que se muestra en las clásicas historias románticas, a veces cursi, se funde con el erotismo más puro. Y al final de todo, aunque Richi siempre ya la querido, a nosotros nunca nos queda la certeza de que la niña mala, haya correspondido a ese sentimiento. Por mi parte, me gusta pensar que en el fondo (quizás demasiado hondo) de su corazón, Lucy, la camarada Arlette, Madame Arnaux, Mrs. Robinson, Kuriko, cualquiera sea el nombre que tome esta mujer, ella lo amaba tanto como él a ella.

Los invito a todos a sufrir y gozar junto a Ricardo; y, aunque es muy probable que lleguen a odiar a la niña mala, ella siempre encontrará la forma de volver a ganarse su confianza y cariño.

Noel.