Lucia hermosa, trasparente y risueña como las fantasías que pintan de colores las primaveras; el estilo maravilloso y peculiar del género femenino, estaba centrado con detalles únicos en su alma de mujer y espíritu juvenil-su nombre era pilar – y como todas las mujeres que habitan el mundo , ella tenía encantos que hechizaban miradas perdidas ; mas se encontraba en ella cualidad perfecta y diferencia única que solo el creador le pudo dar , el amor hacia la naturaleza , y una sonrisa privilegiada que solo ella solía tener.
Estaba como reflejo de sus pensamientos Fernando, un tipo soñador, valiente y presto para adornar las palabras con un sinfín de maravillas como solo lo puede hacer un auténtico poeta. Él la amaba, la amaba con un amor tan puro, tan incondicional que las alondras y los gorriones celosos de aquel puro sentimiento migraban en busca de nuevas tierras donde poder hallar locos y fugaces amoríos.
Trascurría la vida única para esta pareja envidiable, sin traspiés, sin perjuicios y sin los abrumados problemas que acaecen como maldiciones infernales en las relaciones amorosas; todo absolutamente todo era perfecto para los amantes.
Como todos los días ellos recorrían los exorbitantes y maravillosos campos que vestían verdosos y dorados ante la espléndida salida del sol, que jugueteando picaros y dudosos sus rayos por entre las hojas de los sauces y los arbustos raros, resplandecían el hermoso paisaje que a la bella encantaban.
-mi vida, mi alma, todo cuanto tengo es para ti -esbozo Fernando mientras ponía una rosa en las delicadas manos de su amada.
-seré yo afortunada por tenerte –respondió la hermosa mientras fijaba su mirada en la del trovador, y continúo: o será alguna deidad que apiadándose de mi soledad, me complace con un amor como el tuyo.
Entre esto Fernando acarició sus mejillas y acercando sus labios a los labios rojos de pilar, la beso serenamente, como las gotas del rocío besan los pétalos callados de las amapolas, y luego con tierna voz replico:
Porque ríes con el alma fina de una diosa, porque entre tus débiles, frágiles suspiros llevas candencias dulces, y el aroma de las rosas
Porque son tus ojos dos luceros que contemplo callados ,amorosos y a mi alma llenan evanescentes con ternura un espíritu de dicha y gozo.
Porque eres alma de mi alma , porque te amo y me amas porque el amor es solo nuestro , por eso nuca he de separarme de ti.
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A los ojos de la hermosa se asomó una lágrima y con voz entrecortada y sorda exclamo:- ¡estaremos juntos amor mío! , ¡Estaremos juntos!- y enjugando su llanto volvió a decir:-aunque la muerte vista de tinieblas nuestros cuerpos, nuestras almas errantes irán cantando a viva voz el amor que hemos creado. En ese instante Fernando secó con sus pulgares las silenciosas lágrimas que corrían por las rosadas mejillas de pilar y volvió a decir
–sí, ¡siempre estaremos juntos!, ¡siempre!, ¡siempre!...-y dicho estas palabras los jóvenes amantes continuaron su camino.
El dulce cantar de las diferentes avecillas adornaba con lujo el maravilloso día, el viento jugaba entre el regazo de las flores, las mariposas vestiánse de fulminantes colores que asemejaban en el regazo de sus alas llevar perlas y diamantes. A lo lejos se oían voces alegres y risas coquetas, eran los ecos de la tierna pilar y su gran amor Fernando, los ecos de amor venían de las cascadas que como de costumbre los enamorados solían llegar a las misteriosas y cristalinas aguas a bañar sus cuerpos por entre la fantástica y subliminal naturaleza que por esos lugares se divisaban.
-Sonrío con gracia y con beldad, las rosas parecían sonreír también, pero no con la misma carisma y dulzura que ella, luego dijo: -si son los sueños vanos, los que a mis sentimientos ahora engañan, deseare no volverá soñar jamás-
Y sumergiendo su cuerpecito de doncella al agua, nado en dirección al otro lado donde se encontraba Fernando, quien con mirada atenta observaba su llegada tras la claridad y trasparencia de las aguas. Veíase luego a pilar con sus cabellos mojados saliendo de la superficie y abrazando con una gran fuerza de amor a su amado, el mismo que también correspondía a ese inmenso abrazo como si fuese ese el primero que se daban, o quizás fuese el último.
Se quedaron sentados un largo rato en la orilla por donde corría sutil el agua bañando las raíces de los juncos y lavando minuciosamente las rocas, el cielo azul parecía contemplar embelesado a la pareja en medio de lo reflejaba ser un inmenso paraíso .
Después de un largo rato de silencio, se oyeron rumores como de pena y lastima, que venían con ecos graves de los matorrales; con sobresalto a los jóvenes enamorados les invadió por un momento el miedo.
¿Qué es eso?, ¿oíste, oíste?-dijo pilar a Fernando, mientras se apegaba a él por el susto.
Sí lo oí también, pero no tengo idea alguna de lo que será –respondió el joven un poco ya calmado, pero con la duda de saber que fue aquel sonido.
Vino de allá, vino de allá-gritaba la hermosa, sin reponerse del espanto y señalando con uno de sus dedos, los enmarañados matorrales que se veían por entre las piedras más grandes.
Fernando abrazo muy fuerte a la dulce pilar y hablándole con tranquilidad al oído le dijo: -cálmate, todo estará bien, yo estoy aquí, no hay nada que temer, todo estará bien - y diciendo estas palabras regreso la tranquilidad a la hermosa, quien un poco ya más serena exclamo:-¿Qué habrá sido?-y volvió a acomodar su cabeza en el regazo de Fernando.
No hubo de pasar mucho, cuando nuevamente se dejaban oír los extravagantes alaridos, que turbaron la calma de los jóvenes, pero esta vez se oían aún más fuertes y más extraños; Fernando se quedó escuchando atentamente y pilar que esta vez ya no tuvo tanto miedo trataba de ver sigilosamente desde donde estaba que es lo que podría haber entre las malezas que produzca tanto espanto.
-Iré a ver lo que hay –exclamo el joven poeta, con voz seca, y sacando vertiginosamente su espada.
-iré también yo, si tú vas –dijo pilar.
No, no, -dijo el valiente hombre apunto de emprender su marcha –puede ser arriesgado.
Pero la hermosa aferrada con su amor y su ideal de ir en busca de lo que hace unos instantes la había llenado de terror, se dirigió junto con su amado.
Cruzaron por algunos charcos de lodo, irrumpieron contra las malezas secas que a su paso iban hallando, seguían el sonido horrible que se desplegaban con tonalidad cada vez más fuerte, y por unos instantes se miraban entre ellos , como dándose a saber que la criatura misteriosa estaba cada vez más cerca.
Hasta que por fin, después de tanto buscar , se toparon con unas hojas grandes de color pardo y amarillo , que formaban una especie de carpa tendida desde dos lados , la cual impedía observar lo que se encontraba adentro como causante de tan horripilante sonido .
Sin embargo ese no fue obstáculo alguno para Fernando y la risueña pilar; Quienes al atisbar el impedimento comenzaron a rasgar y a cortar las gruesas y gigantes proporciones de hojas , uno con las manos y otro con la espada , trabajando arduamente para hallar lo que se encontraba oculto.
Serán tal vez los espectros de la naturaleza, o las credulidades de los hombres que dan vida a estas cosas, o serán tal vez los miedos que invaden a los hombres para dar vida a estas almas; era un cuervo, un cuervo era lo que veían lo enamorados , un ave que miraba con sus reflejos metálicos a los jóvenes , quienes parecían sorprendidos por haberlo hallado ; mas este animal no era igual a los de su especie : sus plumas negras con figuras deformes divisaban claramente imágenes de seres que parecían clamar con piedad y misericordia ayuda , su exorbitante cabeza lucia pálida y llena de bichos que uno tras otro , iban cayendo por entre las ramas secas al vacío. Sujetado demasiado fuerte con sus garras que la formaban con total extravagancia unas piernas cortas y delgadas como las de un humano, sin duda era esto un espíritu diabólico o un acosa rara la que dejo por un momento anonadados a los jóvenes.
Pasado un momento y como por obra de la razón o sentido del miedo, los enamorados retrocedieron rápidamente algunos pasos, mientras la deformidad que tenían al frente, sacudía sus alas y alzaba su gran pico para gritar nuevamente con sollozos de almas que se queman en el infierno.
-¡vamos! ,! Vamos!- gritaba desconsoladamente la hermosa pilar , agarrando de un brazo a su amado , que por un momento parecía estar hecho de piedra .
-¡vamos!, ¡vamos! –le seguía gritando…
Hasta que entrando en razón, Fernando empuño con fuerza descomunal su espada y concentró su ira hacia aquel espectro, dirigiéndose a matarlo.
-Detente, detente –se oyó en ese momento con voz áspera y horrorosa.
-detente humano infeliz –se volvió a oír. No era sin embrago ninguno de las voces que en lo jóvenes se solía escuchar; era la voz del cuervo la que se estaba manifestando.
-si das unos pasos más ambos morirán –exclamo el ave infernal hacia Fernando.
Un ruido monótono se desplegó, cuando la espada cayó entre las rocas, al ser soltada por el trovador ante la amenaza.
-infelices ustedes, infelices lo son desde ahora –pronunció el cuervo con una estridente carcajada y continúo:-infelices por haber llegado hasta aquí-
- que quieres, que buscas –le grito Fernando al escucharlo y poniéndose delante de pilar como para protegerla.
-soy el alma de la muerte en vida –pronuncio el cuervo, poniéndose de pie y luego continuó: y busco almas como las suyas para saciar mi hambre.
-¡aléjate!,! aléjate ¡-grito nuevamente el joven a la bestia .
El cielo se nublo en ese momento, la oscuridad parecía invadir como de repente la luz del día, se sentía un frío silencioso y mustio, Fernando un poco desesperado atino a abrazar a la mujer se su vida, pero tan cruel es el destino que en ese momento ella desapareció .Un poco más apresurado el joven comenzaba a buscarla de entre las nitidez que se desplegaba, corría de un lado a otro, la llamaba, gritaba su nombre, y no lograba hallarla. Solo se oía la risa del cruel animal que iba aumentando can más tonalidad –donde está, devuélvemela, devuélvemela- gritaba el joven poeta, y chochando sus pies con la espada que hace momentos había soltado, la cogió nuevamente y con fuerza y con ira se abalanzo hacia donde venía la risa maquiavélica.
Cayó el joven valiente entre las malezas y las rocas, y volviendo a ponerse de píe seguía dando espadazos al viento en busca de la risa de aquel espectro; en ese momento sintió como su cuerpo se inmovilizaba y nuevamente oyó la desastrosa voz que decía:-te mostraré un sendero amplio, al cual tú entraras , anda, anda , encuentra el lugar llamado Coraliza , ve allá, anda , ahí está el lucero que brilla de día y de noche y todos le llaman blasón de cristal , ve , anda humano soñador , anda, anda , si vuelves aquí en tres días , seguirás tú camino con la mujer que amas , si no ella morirá –y volvió a reír el ave de mala suerte.’
¿Dónde, esta ella?- grito Fernando con un espíritu de amor puro-¿dónde está?...
-la veras solo en tres días si llegas vivo con el blasón de cristal- contesto el cuervo gritando.
Dichas estas palabras la claridad del sol y la belleza de la naturaleza comenzaron a despejarse de las tinieblas de oscuridad.
Las extremidades de Fernando cobraron su movilidad, el cuervo había desaparecido y la claridad ya alumbraba el lugar en donde se encontraba e Inmediatamente apresuro el paso a buscar a pilar, pero no hallaba nada con su mirada, solo observo un lugar ancho, como una especie de bóveda, que daba entrada como a otro espacio terrestre, todo un inmenso lugar que estaba implantado en el mismo sitio donde encontraron al cuervo.
El joven cayo de rodillas, un fuerte dolor parecía llegar sobre él , miraba sus manos trémulas y se lamentaba por no poder proteger a la dulce y risueña pilar , sus lágrimas caían silenciosas , los sollozos amparaban su soledad , gritaba el nombre de su amada hacia el cielo , y volvía nuevamente a llorar , como solo lo puede hacer un alma enamorada .después de un instante se enjugo su llanto , cogió la espada de hierro y dirigió su mirada hacia el lugar indicado por el cuervo y con fuerza y con orgullo dijo: por tu vida y por nuestro amor , amada mía , traeré el blasón de cristal. Y encaminó sus pasos hacia la nueva odisea que de deparaba.
J.César
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