sábado, 5 de abril de 2014

DISOLVER, DISOLVER 1992.


Fujimori tenía una minoría en el congreso, era de suma importancia sacar del estancamiento muchas reformas en contra del terrorismo, a favor de restaurar la economía y de reestructurar el sistema judicial. Bueno, el panorama era el siguiente según el mandatario: no había el concenso deseado y oportuno para movilizar el país, según el, había también en nuestro poder democrático antiguos intereses políticos y tradicionales, que obstruían la potestad de gobernar, y además a todo esto se le sumaba la inmoralidad y corrupción de las entidades gubernamentales. Es así que en su mensaje a la nación del domingo 5 de abril, serio y con determinación,  decía : "ni el parlamento ni el poder judicial son agente de cambio sino un freno a la transformación y el progreso", para que luego de  tan duras palabras, venga el conocidísimo y recordado sorbo de agua antecesor de la parte en que se daba la estocada y la patria perdía en un discurso, la democracia. "Disolver, disolver temporalmente el congreso de la república", eso fue lo que hizo el outsider Alberto Fujimori constituyendo de esa forma un autogolpe de estado.

Sin embargo, la oposición de ese entonces , no era totalmente igual a como la pintaba el presidente, se la catalogó más tarde como una oposición responsable, puesto que el presidente de la cámara de cenadores, le pedía formal y frecuentemente el diálogo para llegar a un acuerdo, a lo que Fujimori extrañamente se negaba, algunos como Enrique Zileri, uno de los periodistas más destacados de nuestro medio, afirman que Fujimori quería generar una situación imposible y propicia para tomarse todo el poder.

Ocurrido el degollamiento triste del parlamento, el testigo más importante en ese asesinato, el pueblo, apoyaba la medida en un 80 por ciento según las encuestas. Posteriormente y cediendo ante la presión internacional, el nuevo dictador, prometía devolver la democracia en el plazo de un año y con una nueva constitución. Para entonces fue posible aprobar severísimas leyes anti-terroristas y ya se destacaba un poco más el antiguo reo, notable abogado de narcotraficantes y capitán en retiro de las fuerzas armadas: Vladimiro Montesinos.

Eso pasó hace 22 años un día como hoy y no lo debemos olvidar.

El Bohemio.

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